La cultura cannábica y el diverso universo de formas para consumirla y aprovechar de la mejor manera sus propiedades tanto psicoactivas como terapéuticas, se ha puesto muy en boga el consumo de extracciones y concentrados extraídos de los cogollos y flores, ya sea por la facilidad para portarlos y usarlos, por su eficacia en términos terapéuticos y psicoactivos, debido a su alta pureza y superior potencia, como para la búsqueda de mejores sabores y aromas, o simplemente por ser la moda del momento.
Los medios de comunicación ya empiezan a advertir a padres de familia y comités de buenos vecinos sobre la nueva droga y la nueva manera de “drogarse” partiendo de la ambigüedad y la intuición de los organismos de seguridad e inteligencia.
¿ Qué son las extracciones?
Las extracciones son productos obtenidos a través de diferentes técnicas que permiten separar los tricomas de la planta del resto del material vegetal, que al aglutinarse conforma resinas las cuales son muy apetecidas por los amantes de la marihuana, ya que presentan mayores concentraciones de THC y CBD, son mas puros en cuanto a que no contienen productos residuales de origen vegetal, presentan sabores, aromas y texturas mucho mas sutiles y diversas, además sus formas de uso plantean menos riesgos e impactos negativos (sin decir que no los tenga) que el tradicional consumo de cogollos fumados.
Existen diversos métodos para obtener extracciones y concentrados de plantas de cannabis y un sin número de nombres para referirse a ellas, pero se pueden agrupar en 2 categorías principalmente: extracciones que usan solvente y extracciones que no lo usan.
Las extracciones que no usan solventes básicamente son técnicas que separan la resina de forma mecánica por frío, por agitación, o por calor y presión, al no usar productos químicos adicionales con estas técnicas no existe riego de consumir residuos tóxicos en el producto final, y los riesgos en su obtención son mínimos, en esta categoría encontramos el clásico hachís seco y en agua.
Por otra parte, el Rosin uno de los productos a los que aludía la resiente noticia, este se obtiene a través de infligir presión y calor sobre cogollos de cannabis o sobre hachís.
Las extracciones que usan solventes disuelven los compuestos activos en el solvente (gas butano, etanol, propano o CO2) para después filtrar la mezcla del material vegetal y eliminando posteriormente las trazas del solvente en el extracto final (proceso de purga), lo que no significa que se le esté adicionando un químico o sustancia sintética al producto resultante. En esta categoría encontramos el WAX otro de los productos a los cuales hacía referencia el informe noticioso, que se obtiene usando como solvente gas butano.
En estas extracciones se puede correr el riesgo de consumir productos químicos potencialmente peligrosos si el proceso de purgado del solvente no se implementa de forma adecuada. Por otro lado la mayor parte de los solventes usados son productos altamente inflamables, lo que aumenta los riesgo de accidentes mortales durante su obtención, lo que implica implementar procesos mucho mas rigurosos de seguridad durante la obtención y no es recomendable la producción casera de estos. También se considera una de las formas de uso de cannabis con menores riesgos para la salud, ya que no hay combustión en papel, ni de fibras de la planta o materia vegetal.
Las principales formas de uso de extracciones son:
- Untadas en los porros, aumenta la potencia de los efectos, pero se pierden las cualidades propias de las extracciones en la combustión conjunta de los cogollos y el papel.
- A través de vaporizadores, de mesa, o portátiles, con esta técnica se respetan las características organolépticas del producto, tiene menores impactos en la salud que el fumado, este es uno de los métodos preferido para el uso terapéutico.
- Mezclado con e- líquidos, algunas personas los consumen mezclado con líquidos para cigarrillos electrónicos, sin embargo pierden muchas de las características por las cuales son preferidas estas extracciones, ademas que se adiciona nicotina.
- El DAB. Para esta técnica se usa una pipa especial de agua o Bubbler, y una serie de parafernalia como sopletes y clavos para calentar, se considera que con este método se aprecian al máximo las propiedades de las extracciones.
Riesgos y Daños
La reciente masificación del uso de extracciones implica que aun es un fenómeno en estudio en termino de sus impactos en salud, por lo tanto es importante asumir con precaución esta práctica y no asumir de hecho que por no estar generando combustión, o por estar usando una sustancia de una supuesta “alta” pureza se este absolutamente exentos de correr algún riesgo o de generar algún impacto negativo en la salud del usuario.
Al fumar extracciones de forma inadecuada llevándolas a temperaturas muy altas pueden aportar toxinas a los usuarios, cuando los terpenos del cannabis se someten temperaturas extremadamente altas pueden producir componentes tóxicos parecidos a los generados en la combustión del tabaco, ademas de que se pierden la mayor cantidad de cualidades organolépticas de las extracciones como los sabores y aromas.
Lo mas indicado es el uso de vaporizadores y pipas de clavo especializadas para su consumo, se recomienda no utilizar los artilugios de fumado durante mucho tiempo, esperara a que se enfríen del todo antes de volver a usarlos, si es un consumidor asiduo se recomienda tener varios dispositivos, asegurarse que las herramientas para fumar no estén oxidadas o sucias.
No se recomienda untarla en tabaco o usar la técnica de los cuchillos o cucharas calientes.
Cualquier extracción que implique una alta concentración de los principios activos de la planta, implica un aumento en la potencia de la sustancia, mayor rapidez de la subida, y mayor intensidad de los efectos, lo que de paso también puede intensificar las posibles efectos no deseados, al consumir los cogollos el THCes asimilado por el cuerpo de forma gradual, de manera que el efecto aumenta poco a poco y disminuye lentamente ademas de que ingerimos otras sustancias provenientes de la materia vegetal de la planta y dependiendo la forma de administración.
Al consumir extracciones introducimos una mayor concentración de THC en el cuerpo, generado un subidón rápido mucho mas intenso y de duración mas corta, propiciando en los fumadores asiduos mayores nivel de tolerancia a los efectos psicoactivos que pueden inducir a patrones mas compulsivos de uso.
Si usted es un fumador tradicional de porros y esta probando las extracciones inicie con caladas pequeñas, las características del vapor, la falta de papel y materia vegetal pueden generarle la sensación de no haber fumado suficiente y llevarlo a tratar de lograr una calada con el volumen de la habitual de un porro o a fumar en exceso, lo que puede acarrear un ataque de tos muy desagradable y doloroso, que si se hace repetitivo puede tener otras implicaciones en salud, como lesiones y problemas bronquiales, ademas de un efecto mucho mas intenso que el de un porro y que puede no se tan agradable si no estaba planeado, o si está irrumpiendo responsabilidades o actividades programadas.
Uno de los principales riesgos asociados con las extracciones obtenidas con solventes, es la posibilidad de que se no haya realizado una correcta purga de los solventes usados y el producto final pueda contener trazas de solvente y otras impurezas. El uso de butano de venta comercial o semi industrial del utilizado para recargar encendedores en la fabricación casera de WAX, aumenta los riesgos de obtener extracciones contaminadas con otros aditivos e impurezas tóxicas para el organismo. Pues al no ser un solvente de uso específico como disolvente para extracción de productos de consumo humano, puede contener otros compuestos como elementos que debe tener para adicionarle olor para su detección en casos de fuga, lubricantes y residuos de los recipientes.
Por otra parte, dependiendo la marca usada puede contener metales pesados e impurezas no volátiles. Independiente de la marca, el butano comercial mayoritariamente disponible en el mercado puede generar un fenómeno llamado aceite misterioso, que consiste en que al hacer una extracción con butano, si se pesa el extracto y se suma al peso del material extraído el resultado es mayor que el peso original del material vegetal, este aceite de mas se origina en el butano y no se sabe que efectos pueda tener en el consumo humano, pero se presume su alta toxicidad.
Otro aspecto importante a considerar es el riesgo de una explosión, considerando que la mayoría de solventes usados para las extracciones son altamente inflamables, para evitar esto se recomienda :
- No realizar el proceso en un lugar cerrado, hacerlo siempre en el exterior.
- No fumar durante el proceso ni encender ninguna llama.
- Usar un ventilador de aspas de plástico para eliminar los vapores que se generan durante la evaporación de gas. No usar nunca un aspirador para este proceso, ya que su conexión eléctrica puede provocar chispas.
- Tener un extintor cerca, así como una manta para cubrir las posibles llamas.
- No usar ropa sintética. Son preferibles las prendas de lino-algodón, ya que los tejidos sintéticos pueden generar pequeñas chispas.
- Usar guantes de seguridad, ya que el paso del gas por el tubo utilizado en la extracción hace que éste se congele, lo que puede provocar quemaduras en las manos.
Aunque la legislatura colombiana no contempla de manera especifica estos productos, para fines prácticos y dadas las características psicoactivas de estos, en caso de tener un incidente policial asociado al porte o uso de extracciones lo mas posibles es que la policía aplique toda la reglamentación referente al cannabis, por tanto no se recomienda fumar en espacios públicos, escenarios deportivos o eventos masivos, ni portar mas de la dosis personal.
La popularización de estas nuevas formas de uso del cannabis, la relativa facilidad con la que pueden ser producidas de forma casera, su altísimos niveles de concentración de THC, los riesgos de su producción, así como la reciente masificación de su uso tanto en el plano recreativo como en el terapéutico, plantea retos importantes en términos de salud publica, pero sobre todo y frente a formas eficientes para afrontar estos retos nos plantea cada vez mas la necesidad de una regulación del uso de sustancias psicoactivas.